«Siempre me han gustado los idiomas. Siempre me ha gustado trabajar con personas de diferentes culturas y orígenes», dice Anthony Moss. En sus 11 años como instructor principal de ciudadanía del IIBA, Anthony ha hecho exactamente eso, enseñando a una media de 400 estudiantes de ciudadanía al año.
El camino de Anthony hacia el IIBA comenzó en la Thunderbird School of Global Management, donde era estudiante. «Enseguida me di cuenta de que no quería entrar en el mundo de los negocios, pero el componente internacional me tocó la fibra sensible. Más de la mitad de los alumnos de mis clases habían nacido en el extranjero». Durante sus estudios de posgrado, Anthony pasó un semestre en Chile, lo que le hizo sentirse «ciudadano del mundo» y le inspiró para seguir una carrera ayudando a comunidades diversas y desatendidas de vuelta a casa, en Estados Unidos.
El IIBA ofrecía justo la oportunidad que Anthony estaba buscando. Mientras enseña ESL y educación cívica estadounidense a los clientes del IIBA, dice Anthony, se siente especialmente atraído por los alumnos que tienen «una verdadera transformación mientras están en clase». Una de esas alumnas era Teresa Vega, una anciana que no hablaba nada de inglés, pero que tenía un profundo deseo de convertirse en ciudadana estadounidense. Durante un año y medio, con la ayuda de Anthony, Teresa trabajó diligentemente para desarrollar las destrezas lingüísticas y de escritura que necesitaría para aprobar el examen y la entrevista de ciudadanía. «Ver su compromiso para asumir un reto que a la mayoría le parecería demasiado difícil es verdaderamente inspirador».
Por supuesto, las ventajas legales que acompañan a la ciudadanía son muy importantes para los clientes del IIBA, pero Anthony reconoce también los beneficios intangibles de que disfrutan los residentes permanentes cuando se convierten en ciudadanos estadounidenses, como la confianza y la agencia que adquieren en el proceso. «Se dan cuenta de que pueden ayudar en la escuela de sus hijos o movilizar a los miembros de su comunidad para abordar los problemas que les rodean. Es una visión poderosa y emotiva cuando un estudiante vuelve a clase con la buena noticia de que es un ciudadano estadounidense de nuevo cuño.»
Junto con toda la familia del IIBA, Anthony celebra la gran noticia de que el IIBA ha recibido una subvención de 250.000 dólares de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, para promover la integración cívica de los inmigrantes y preparar a los residentes permanentes para la ciudadanía. Con la ayuda de esta subvención y con el dedicado servicio de instructores como Anthony, el IIBA espera celebrar la capacitación y la ciudadanía de un número creciente de clientes de la vibrante comunidad inmigrante del Área de la Bahía.